Sentí espinas en mi poema,
no estabas tú junto a mi,
en ese infierno pensé morir…
¡Pero regresaste! y volvió mi amor,
la sangre latente, circuló
otra vez en mi ansioso corazón
Sólo vivo ardiente por ti
y me agrada sobremanera vivir así,
no quiero arrancarte de mi.
Despierto y como luz te veo,
duermo y abrazado te siento,
camino y donde sea te encuentro.
Tus besos son tibia juventud y locura,
pero cuántos son tus años, no sé,
solo sé, que eres mi ternura.
Sin ti no sabría qué hacer
¡Amor mío, gracias, gracias por tu querer
contigo, me siento mujer!
ANAMARÍA BLASETTI
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