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miércoles, 30 de marzo de 2011

PERLA III




Estoy enamorada,
te veo celestial,

como una imagen

de una estampa divina

de una iglesia medieval.

Eres sublime,

mi hombre...

tan grande y colosal,

que sólo tu sonrisa

ilumina

toda

mi oscuridad!

ANAMARÍA BLASETTI 

sábado, 12 de marzo de 2011

LAS GUITARRAS DE MONTEMAYOR



Con madera pura
le tallaron tres guitarras
unos paisanos
que viven en el monte;
una para cada uno,
a los cantores
en total: tres hermanos.
La una de madera oscura
con tinte rayo ‘e luna,
las dos madera blanca
brillando, sol de mañana…
Una, anochece vidalas,
las otras, amaneceres
alegres y cuecas largas.
Son sus cuerdas
la cabellera
de cada guitarra
nacidas y selectas
que solo quieren poetas,
versos de su tierra.
La zamba vibra
en sus notas
en la voz del cantor:
mientras en un gato
flameando pañuelos
se abre camino
bailando el hermano menor.
Termina el malambo
acompañando un coro
Está amaneciendo
se agita el pañuelo, pero
no se oye el cantor.
Las horas pasan
¡el pueblo entusiasta
sigue aplaudiendo
a las guitarras, de “Montemayor”!!!

ANAMARÍA BLASETTI

lunes, 7 de marzo de 2011

GORRIONES



¡Mira, observa
los gorriones,
pájaros libres
que se posan
sobre árboles y flores!
Quiero ser así:
vivir, vivir,
alas en alto expandir.
¡Mira los gorriones,
son tan bellos,
planean en el cielo,
saben de la felicidad
de gozar la libertad.
Le devuelven a la vida
la paz que ella les da.
Gorriones reyes del cielo
de mis ojos, ¡y mi contento!
Verlos es ver,
compartir el firmamento!

ANAMARÍA BLASETTI

viernes, 4 de marzo de 2011

MI PADRE: TODO AMOR




Él mismo es poesía,
mirarlo da paz y alegría…
Mano abierta para dar,
gentil, tierno, bueno,
amable, cariñoso,
amoroso, maravilloso,
risueño, sonrisa tenue.
Caballero de otros
y de este tiempo.
Emocionado, emocionante,
italiano, de tangos cantor,
pedazo de canzoneta,
de “Volver”, “Nada”, “Pequeña”
¡y gran silbador!
Le gusta el viento.
Cuenta historias.
Recuerda a mi madre,
a mi hermana
y mirando el cielo
yo sé que piensa
en sus dos Stellas.
Están en una misma estrella!
¡pero de golpe,
se me quedó ciego!
Y hasta el médico me dijo:
Pero qué querés,
si tiene más de ochenta!...
Oh, Dios, te pido,
un milagrito más
para él… que siempre fue…
mano abierta… para dar!

ANAMARÍA BLASETTI