Buscar

martes, 15 de febrero de 2011

DÍA DE ENAMORADOS




Estoy perdiendo la cabeza
y encontrando el amor;
no necesito regalo de bodas,
Sí, tu mano, en mi corazón
¿Cómo es posible
que te quiera tanto?
¡Que me mire con razón
en tus ojos fuertes como cielo
y me halle en el firmamento.
Que las estrellas pasen a mi lado
y me susurren -¡te has enamorado!
Que la luna me sonría;
que el alma mía, feliz, ría, ría…
¡Cómo es posible que te quiera tanto!
Hombre-ángel que caminas a mi lado.
Ay! Si me faltarías
un camino inventaría
y por supuesto te encontraría
¡Mi alma, en tu manos,
amor, por Dios, dejaría!

ANAMARÍA BLASETTI

sábado, 12 de febrero de 2011

AROS


Un par de aros de perlas
el rostro me embellece.
Le regalaré un aro
bello, muy bello… caro…
pero más caro es usted para mí…
Solo uno le regalaré.
Tengo temor, que al darle el par
a otra mujer, tal vez, se lo de…
La perla, de nácar, brilla a estrella,
por detrás, el color oro destella.
Me he fabricado un mundo entero
dentro de su mundo…
Hágame un lugar, primero,
y después piense:
-“¡Su amor, es sincero!”
mientras la perla de nácar brilla a estrella
y por detrás, el color oro destella.

ANAMARÍA BLASETTI


DOÑA CARLA




Y te vi aquella noche
sentada en un escalón
en la hermosa iglesia…
La gente como un borrón
a tu lado pasaba
y no te veía
¡Y eso que harapos vestías!
De vez en cuando
tu mano extendías,
pocos una moneda
en ella ponían!
A las nueve, mujeres buenas,
te llevaban una vianda,
que por verte, se conmovían.
Y por ti escribo ¡doña Carla!
Este dolor que en mi garganta
se endurece y agiganta.
Dolor de noches y hastíos,
dolor y desesperanza,
dolor que te ha vencido…
Pero ¡cuántas doña Carla
habrá en iglesias varias…
Sin un hijo, sin esperanza
solo esperando a Dios
rezando en humilde alabanza
refugio de pobres el cielo, te alcanza
¡doña Carla!...¡ doña Carla!...

ANAMARÍA BLASETTI

jueves, 10 de febrero de 2011

EN LAS MIRADAS…




El mejor poema
está en las miradas
de una pareja
fiel y enamorada.
En la compañía
de amor regalada
el corazón late
al unísono
vida entregada,
como de las iglesias
las campanadas,
como en los jardines
las rosas blancas.
Pero el mejor poema,
sigue en las miradas,
se perpetúa
en la piel acariciada,
en los besos para ti
entregados a cascada,
pero, sobrevive
¡por nuestras almas!
¡en nuestras miradas!...

ANAMARÍA BLASETTI

miércoles, 9 de febrero de 2011

REGRESASTE




Sentí espinas en mi poema,
no estabas tú junto a mi,
en ese infierno pensé morir…

¡Pero regresaste! y volvió mi amor,
la sangre latente, circuló
otra vez en mi ansioso corazón

Sólo vivo ardiente por ti
y me agrada sobremanera vivir así,
no quiero arrancarte de mi.

Despierto y como luz te veo,
duermo y abrazado te siento,
camino y donde sea te encuentro.

Tus besos son tibia juventud y locura,
pero cuántos son tus años, no sé,
solo sé, que eres mi ternura.

Sin ti no sabría qué hacer
¡Amor mío, gracias, gracias por tu querer
contigo, me siento mujer!


ANAMARÍA BLASETTI


martes, 8 de febrero de 2011

NO TE IMPORTA




Para qué voy a decirte
que te quiero,
si no te importa
que te quiera…
Para qué voy a decirte
que te adoro,
si no te importa
que yo te adore.
Llevo un volcán adentro mío
que no puede resistirse
a la ilusión de mío sentirte.
¡Ay! Si tú supieras
cuánto tengo para darte!
Vamos, vamos, podrías imaginarte
noches llenas de encanto
días de caricias y sin llanto.
Pero para qué voy a decirte
que te quiero,
si no te importa
que te quiera.
Dejé mi vida entera
y no te importa que yo…
que yo ¡¡te… quiera!!!

ANAMARÍA BLASETTI

miércoles, 2 de febrero de 2011

PASÓ EN ITALIA




PARA MI TÍO BRUNO Y LUCIA

Era el destino.
Me invitaron unos amigos,
pizza, a comer
y un plato distinto
me trajo el chef.
En la mesa de al lado
una mirada me seguía…
Mientras yo
el plato devolvía
-es que, esto yo no pedí,
si tan solo pizza
para compartir.
-Qué pasa aquí?
(un hombre tratando
de ser gentil
arregla con el mozo
y la pizza, ya es para mí).
Pero sucedió algo
que no esperé;
en ese momento
me enamoré.
Galante, me decía,
que olía a rosas,
yo aceptaba
sus palabras bondadosas…
Desde aquel momento
estoy con él.
Le doy gracias a Dios,
por ese encuentro
en aquel restaurante
en donde
se equivocó
el chef.
Lo quiero!
Me quiere!
La vida dejó de ser gris
ahora ¡es hora, de vivir!

ANAMARÍA BLASETTI