Estuve pensando en su boca,
en su preciosa mirada,
en que me vuelve loca,
en su especial espalda.
En su pecho, en sus besos,
en su amor de almohada,
que me lleva, que me trae,
que me mantiene enamorada!
Oh, mi Dios!, temblar primero,
porque lo miro y lo quiero,
lo veo llegar, y sé, qué va a pasar!
porque yo soy afluente de su deseo…
Yo, su piel, que se deja besar.
Yo, su deseo, para amar y amar…
Yo su arena, su costa, su mar.
Yo, su promesa ¡de siempre estar!
ANAMARÍA BLASETTI
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